Ese día me levanté de buen humor, sentía que tenía energía y salía con suficiente tiempo hacia la oficina y sabía que podría vencer el tráfico. Iba decidida a hacer primero lo primero.
Como llevaba un tiempo haciendo, llegué a mi oficina antes de las 6 am para tomarle ventaja al día, aunque aun era de noche.
A diario salía de mi casa como una loca, sin desayuno y sin maquillaje, para llegar al trabajo lo más rápido posible y antes que todos, comer algo allá y maquillarme en el baño.
Después de estos rituales (porque eso sí, nunca me ha sido posible iniciar el día sin desayuno y sin maquillaje… mejor no) me senté en mi escritorio a revisar los pendientes del día.
Ajá… Eran 43. Una lista interminable… y todo parecía importante. ¿Te ha pasado? (Para algunas personas la lista es en los cientos).
Habían cosas viejas, cosas nuevas, cosas que había dejado a medias, cosas urgentes, cosas triviales (pero satisfactorias) y ese día en particular, me pregunté cómo había llegado a ese punto.
Sentía como que los pendientes me atropellaban, pasaban a mi lado como una bandada de caballos arrasándome.
Y era solo esperar a que oficialmente comenzara el día (o sea, los demás llegaran a la oficina) para que aparecieran aun más pendientes.
Estableciendo primero lo primero
Así pasaron muchos días, siempre tratando de alcanzar y completar esa lista interminable de tareas.
Y a pesar de marcar varias como completadas cada día, me sentía como una fracasada por no haberlas completado todas.
Mi lista de tareas me atormentaba y me hacía sentir como una débil, inmadura e incapaz.
Con el tiempo alguien me regaló un libro que cambió totalmente mi vida: Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, escrito por Stephen Covey.
Es un libro muy conocido y realmente lo recomiendo como un excelente punto de partida en este proceso de administrar mejor el tiempo.
El tercer hábito que propone Covey se llama Establecer primero lo primero, e introduce la pregunta:
Este capítulo del libro va en mucha más profundidad sobre aspectos personales y laborales, pero digamos que para simplificar, esta pregunta hizo que me detuviera a analizar mi lista de tareas.
Cómete la rana primero
Otra forma de ver este dilema, y que aprendí con el tiempo, es el concepto de comerse la rana, el cual ya he tocado antes en Periscope.
¿Cómo así? ¿Cuál rana?
Bueno, este concepto viene de una frase que acuñó Mark Twain que dice:
“Cómete una rana viva a primera hora de la mañana y nada peor que eso te pasará el resto del día”.
La frase es mencionada y tomada como concepto central por Brian Tracy en su libro Eat that Frog (Cómete esa rana).
Y la rana representa esa tarea que es la más importante (no necesariamente la urgente), que cuando la hagas te va a dar el mayor retorno de tu inversión de tiempo, energía y atención, la que te da mayores ganancias.
Generalmente tú sabes exactamente cuál es esa tarea… lo sabes porque es la que más pereza te produce, sientes resistencia a hacerla y probablemente vienes aplazándola desde hace varios días (o meses)
Por eso una rana viva es la perfecta analogía.
Ventajas de comer ranas
- Cuando haces primero lo primero y realizas esa tarea “a primera hora de la mañana” (o a la hora del día en que eres más productivo, aunque para la mayoría es en la mañana) te permite dedicarle tu mejor y más renovada energía.
- Estás fresco y te sentirás más enfocado en la tarea.
- Tendrás menos distracciones, porque los demás están iniciando su día.
- Tienes un logro importante desde temprano en el día, saliste de esa tarea y ¡ya no la tienes que hacer después! ¡Ya no tienes que contar con tu fuerza de voluntad para completarla!
- Cumplir con esa tarea con frecuencia abre espacio para clarificar lo siguiente que toca hacer e ir avanzando cada vez más hacia lograr el objetivo principal que tienes en este momento.
¿Y si no sé cuál es la rana?
Bueno, yo creo firmemente que si te haces la pregunta de Covey que vimos al principio, todos podemos discernir exactamente cuál es esa tarea.
Sin embargo, ese día que yo tenía 43 pendientes en mi lista, me sentía completamente perdida.
Y cuando se trata de un empleo, a veces uno necesita un poco de claridad sobre qué es lo más importante. Así que fui a la oficina de mi jefe y lo discutí con él.
Entre los dos pudimos establecer cuál era, de todas esas 43, la tarea que yo debía completar ese día, sin importar lo que pasara.
Con el tiempo y la experiencia, uno se va volviendo más eficaz en definir cuál es la rana del día. 
Con el tiempo y la experiencia, uno lleva esta técnica al plano personal, logrando muchas más metas de vida que te llevan a tener momentos plenos con las personas que amas y contigo mismo.
¿Y qué hago con las otras 42?
La idea de establecer cuál es la rana es tener ese gran logro diario en las primeras horas de tu día.
Así llegas rápidamente a esa sensación de cumplimiento del deber, esa satisfacción de saber que estás avanzando consistente y sistemáticamente.
Ahora, como lo explico en mi Seminario Web para la Administración Consciente del Tiempo, una vez has realizado esa primera tarea importante, puedes continuar con la siguiente o las siguientes dos tareas que siguen en orden de importancia y que te acercan a tus objetivos primordiales.
Eso te daría un máximo de tres tareas importantes por día, lo que te permite tener el resto de tus horas con mayor flexibilidad para reuniones, descansos, llamadas, imprevistos, mandados y cosas personales.
Aunque tres tareas importantes al día podrían sonar como poca cosa (especialmente cuando tu lista tiene otras 40 esperándote), te invito a considerar esta cuenta:
Si completas tres cosas importantes por día, habrás hecho 15 cosas importantes en la semana.
O sea, 390 en seis meses, o 780 en un año.
¡La pregunta casi ofende! ¡Pero por supuesto que sí!
Y ello dejando espacio en tu día para la espontaneidad, la flexibilidad y el tiempo personal. ¿Acaso no sería este escenario ideal?
Esto, como todo lo que vale la pena, requiere práctica y decisión diaria. Pero la práctica diaria hace al maestro.
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Ahora es tu turno
Cuéntanos en los comentarios ¿Cómo piensas aplicar primero lo primero? ¿Cuál es la tarea más importante (la rana) que vas a cumplir mañana? ¿Y cómo la vas a completar?
Cuéntale a tus amigos
Primero lo primero: comer una rana viva por la mañana http://bit.ly/pripr @SerEsencialista
Muchas gracias Carolina por estos consejos, realmente los estaba necesitando. Hace muy poquito que he comenzado en este mundo del emprendimiento digital ¡Y hay tanto para aprender y hacer! A veces nos enredamos y nos confundimos entre las cosas que son urgentes y las que son importantes, pondré en práctica lo que nos recomiendas. ¡Me comeré la rana a primera hora de la mañana! Un saludo
Sé exactamente de qué estás hablando, Rosanna! Sí, es confuso a veces, pero como todo, con práctica vamos mejorando. Lo importante es tener la intención de definir cuál es la rana del día. Muchas gracias por tu comentario y mucha suerte en tu emprendimiento!