Diálogo entre hermanos sobre cómo adquirir hábitos:
R: Oiga, y ¿usted sí está haciendo ejercicio?
C: Pues sí, yo hago ejercicio.
R: ¿Pero cuánto ejercicio está haciendo? Porque estuve de viaje en Barranquilla y tuvimos que hacer tomas en la playa y todo el mundo comenzó a quitarse la camisa y… pues a mi me dio vergüenza con esos rollitos que yo tenía. Entonces me recomendaron un plan buenísimo de quince semanas y ya voy en la quinta y ya no tengo rollitos, ¡ya me puedo quitar la camisa! Le toca a uno ejercicio súper fuerte, y estricta la dieta, pero los resultados se ven rápido.
C: Ah, no, a mi me interesa más bien estar saludable y tener energía. Yo prefiero ser constante al menos cuatro veces por semana y tratar de gozarlo lo más que se pueda.
R: ¡Ja! Pero a ese paso y con esa mentalidad nunca va a ver los resultados. Yo prefiero meterme de lleno y con toda durante un periodo corto y salir de eso rápido.
C: Bueno, yo prefiero construir un hábito que se vuelva parte de la rutina hasta el día que me muera, un hábito sostenible en el tiempo. Si algo es demasiado fuerte o difícil, al tercer día lo voy a detestar y lo voy a abandonar.
R: Eso no le va a servir para nada. Nunca va a bajar de peso.
C: Yo quiero estar saludable siempre, no bajar de peso por un tiempo y ya.
R: Por eso, no va a bajar de peso.
Esta era yo (C) hace unos días hablando con mi hermano Rami (R), fotógrafo y bajista/guitarrista de una banda de rock, artista, espíritu libre y rebelde.
Y esta conversación así como muchas otras, ilustra perfectamente por qué un método no funciona para todo el mundo.
Apuesto a que conoces a alguien que te dice “Oiga, ¿me llama y me acuerda?” (De hecho mi hermano me usa de app de recordatorios con frecuencia). O conoces a alguien quien siempre quiere llevar la contraria.
O tal vez conoces a alguien a quien siempre tienes que andar convenciendo y dando miles de razones para que haga las cosas. O tú mismo te preguntas ¿por qué a pesar de intentarlo mil veces, abandonas tus hábitos al poco tiempo de empezar?
¿Te ha pasado?
¿Cómo adquirir hábitos?
Cómo adquirir hábitos es una de las cuestiones fundamentales de la administración consciente del tiempo y lo difícil que nos resulta a la vasta mayoría es testamento de qué tan grande puede ser el desafío de “ser consistentes”.
Algo que me quedó claro cuando comencé a enseñar estos conceptos es que no todo funciona para todos.
Cuando hablamos de ser más efectivos no solo con el tiempo, sino en general con la vida, lo que tiene sentido para Pablo, es una total locura para Javier.
La única recomendación que tenía para encontrar qué funciona mejor para cada uno, es la experimentación, probar con diferentes métodos, estrategias y herramientas, a ver qué funciona mejor.
Y aunque en general la recomendación sigue siendo la misma, recientemente descubrí un marco de referencia muy útil para comenzar a entender los diferentes patrones de nuestro comportamiento, en lo que se refiere a los hábitos.
Y esto, obviamente, es clave para escoger las estrategias idóneas, que honren nuestra naturaleza, personalidad y estilo.
¿Qué tienen que ver los hábitos con la administración consciente del tiempo?
Muchas de las estrategias de administración del tiempo tienen que ver con cómo adquirir hábitos, o cómo reemplazarlos o cómo eliminarlos.
Esto es porque cuando algo se vuelve un hábito, se gasta menos energía en ejecutarlo. De alguna manera se automatiza y no requiere ni de fuerza de voluntad ni de toma de decisiones y por lo tanto, es más eficiente y efectivo y toma menos tiempo.
Por eso he hablado del tema antes aquí, aquí y aquí.
Todos tenemos hábitos. Piensa en cualquier cosa que hagas todos los días, en la misma secuencia y de la misma forma.
Desde cepillarse los dientes, hasta guardar las llaves en el mismo bolsillo de la cartera o limpiar tu escritorio antes de sentarte a trabajar, los humanos funcionamos bien con hábitos.
Adquirir un nuevo hábito no es fácil para (casi) nadie. ¿Pero cómo sacarles el mayor provecho?
Mejor que nunca
Gretchen Rubin, autora del libro Mejor que nunca: Aprende a dominar los hábitos de la vida cotidiana, nos presenta 21 estrategias para adquirir esos hábitos que no hemos podido conquistar.
Y este libro es el marco de referencia que te comentaba antes y que me ha ayudado a entender mucho mejor las diferentes formas en que podemos lograr el éxito con nuestros hábitos.
Gretchen es autora de varios New York Times Best Sellers, como Mejor que nunca y Objetivo Felicidad.
Trabaja además como oradora, realiza frecuentes apariciones en TV y es una de las escritoras más originales y con mayor influencia en el tema de hábitos y felicidad.
Conócete a ti mismo
La primera estrategia que Gretchen presenta es saber en cuál de las cuatro tendencias te ubicas.
Resulta que la creación de hábitos está relacionada con el manejo de expectativas. Es decir, la forma en que esperas que cumplirás con el hábito.
Ella identificó cuatro tendencias con base en cómo manejas esas expectativas y provee un quiz online que te ayuda a identificar cuál eres. (Lastimosamente, solo está en inglés).
A pesar de que el quiz no está en español, aquí te explico brevemente cada tendencia; verás que no es tan difícil intuir en cuál te ubicas tú:
1. Defensores
Si eres un defensor, respondes bien a expectativas internas y externas. Es decir, tú dices “voy a hacer esto” y lo cumples y lo haces. Tú mismo te regulas y eres estricto con las fechas de entrega y con tu palabra.
Si hay otra persona a quien rindes cuentas de tu mantenimiento de hábitos o una app para registrarlos, también funciona bien.
Disfrutas de seguir las reglas, tener orden, procedimientos paso a paso y tener bien claro qué se espera de ti. Si las expectativas no están claras, te puedes paralizar.
2. Interrogadores
Eres un interrogador si todo lo cuestionas. “¿Por qué debo hacerlo?” es la pregunta que siempre te haces. Si no te presentan razones lógicas, no te dan ganas de hacer la tarea.
En principio te resistes a las reglas, hasta que entiendes su porqué. Adquieres nuevos hábitos cuando estás convencido de su utilidad y su lógica.
3. Complacientes
Si eres un complaciente las expectativas de los demás están por encima de las tuyas. Es decir, si alguien espera que hagas algo, lo harás.
Pero si esa persona o herramienta externa no existe, lo más probable es que la tarea se quedará sin hacer porque te es difícil para ti obligarte a ti mismo a cumplir.
Eres bueno con las fechas de entrega, porque alguien más espera que la cumplas. Y es posible que te cueste trabajo decir NO y te abrumes porque tienes demasiados compromisos con otros.
4. Rebeldes
Eres un rebelde si tu primer instinto a toda petición es NO. Casi escapa de tu boca antes de que la otra persona termine de hablar. ¡No!
Te resistes a toda expectativa, no quieres cumplir las reglas, no quieres encasillarte en moldes ni tareas pre-establecidas. Quieres hacer lo que tú quieres hacer en ese momento.
Te cuesta mucho adquirir hábitos aún sabiendo que son útiles, porque sientes que los hábitos te restringen y te ahogan.
21 estrategias de donde elegir y experimentar
En el libro Gretchen nos presenta 21 estrategias para adquirir hábitos, que aunque suenan como muchas, la idea es probar algunas para ver con cuál te sientes mejor.
Ciertas estrategias van mejor con ciertas tendencias, pero en general la mayoría pueden servir a casi todos los cuatro grupos de personas.
No tengo espacio para describirlas todas aquí, pero quiero hablar de algunas para que te des una idea.
Estrategia de las otras personas
Especialmente útil para los Complacientes, esta estrategia dice que tus hábitos se le pegan a otras personas y los hábitos de las otras personas se te pegan a ti.
Como los Complacientes responden mejor a expectativas externas, si eres uno de ellos piensa ¿Quién cerca de mi ya tiene el hábito que quiero cultivar? ¿Cómo puedo aliarme con esa persona para que los dos mantengamos ese hábito?
Estrategia de la responsabilidad externa
También excelente para los Complacientes, esta estrategia consiste en crear mecanismos de responsabilidad externa para que te haga el seguimiento de tus hábitos.
Pregúntate ¿Hay alguna persona cerca de mi dispuesta a hacerme seguimiento con este hábito? ¿Existe algún club o app o coach o grupo de apoyo al que me pueda unir, donde todos tengamos que rendir cuentas sobre nuestro hábito y nos apoyemos unos a otros?
Estrategia de detectar las excusas
Esta estrategia radica en darse cuenta de las excusas (muy razonables) que te inventas para no realizar los hábitos.
Es especialmente efectiva para los Interrogadores, porque siempre están cuestionando todo. Pregúntate ¿Cuál es la excusa que me estoy dando a mi mismo para no cumplir con este hábito?
Estrategia de la claridad
Entre más claro y definido sea lo que quieres, más fácil te será mantener tus hábitos. También muy efectiva para los Interrogadores y los Rebeldes porque los lleva a buscar los argumentos que soportes el porqué de crear y mantener un hábito.
Pregúntate ¿Específicamente qué quiero lograr y cuál es la forma más sencilla de hacerlo?
Estrategia de la identidad
Muy efectiva para los Rebeldes, porque esta estrategia presenta un nuevo hábito como parte de tu identidad. Es decir, tú eres el tipo de persona que… [hace ejercicio, come saludable, etc]
Si el hábito forma parte de tu identidad, te permite ser quien auténticamente eres y por eso lo haces. Como mi hermano.
Pregúntate ¿Qué tipo de persona quiero ser? ¿Qué me hace único e irrepetible?
Estrategia de empezar de cero
Es aplicable cuando pasa algo nuevo en la vida y hay energía renovada, un punto de partida como un nuevo empleo, una mudanza o un nuevo año. Por eso para algunos iniciar con un nuevo hábito al comenzar el año es muy efectivo.
Esta estrategia puede funcionar para cualquiera de las cuatro tendencias. Pregúntate ¿Qué quiero iniciar a partir de enero de 2017? ¿Cuándo tendré un nuevo comienzo que pueda aprovechas para adquirir un nuevo hábito?
Estrategia de programar en el calendario
Útil para los Defensores quienes disfrutan de la predictibilidad del calendario y el marcar tareas como logradas.
Pregúntate ¿Cuándo realizaré este hábito en mi calendario? ¿Con qué frecuencia?
Estrategia de monitorear
En esta estrategia se dejan registros de que se ha cumplido con el hábito, bien sea en una app o en un imprimible. De esta forma se deja una constancia visual de ejecución.
Esta estrategia también le va muy bien a los Defensores y a los Complacientes, porque queda un registro externo.
Pregúntate ¿Qué herramienta impresa (o app) puedo usar para llevar un registro de mis hábitos? ¿Con qué frecuencia lo registraré?
Y para ayudarte con esta estrategia el imprimible de este mes es un registro de hábitos para 2017, que estaré enviando a los estudiantes que han finalizado mi curso gratis.
Si aún no eres uno de mis estudiantes, pero quieres recibir los imprimibles del mes (incluyendo el registro de hábitos 2017) y todos mis tips y estrategias gratuitas, puedes registrarte hasta el 14 de diciembre de 2016 aquí.
Aunque todos tenemos un poco de las cuatro tendencias y aunque el adquirir hábitos se nos dificulta a la gran mayoría, hay muchas otras estrategias de dónde elegir.
Al final del día vuelvo a mi conclusión de antes, que no todo funciona para todos y que es indispensable la experimentación para encontrar tu flujo de trabajo y las herramientas más acordes a tu estilo.
Pero definitivamente Mejor que Nunca es una excelente guía para enfocar tu esfuerzo.
Te recomiendo leer el libro de Gretchen para conocerte mejor y comenzar a divertirte probando qué te puede servir mejor con ese hábito escurridizo que no se ha dejado dominar.
A propósito, yo soy Defensora y mi hermano… Rebelde… ¡Ja! Por qué no me sorprende…
Ahora es tu turno
Ve a los comentarios y dinos ¿Cuál de las cuatro tendencias crees que eres? ¿Cuál de las estrategias piensas que será más útil para ti? ¿Qué hábito es el que quieres adquirir?
¡Cuéntale a tus amigos!
Conócete a ti mismo: La verdad sobre cómo adquirir hábitos http://bit.ly/adqhabi @SerEsencialista
Cuando algo se vuelve un hábito, se gasta menos energía en ejecutarlo. De alguna manera se automatiza y no requiere ni de fuerza de voluntad ni de toma de decisiones
Adquirir un nuevo hábito no es fácil para (casi) nadie. ¿Pero cómo sacarles el mayor provecho?
Es indispensable la experimentación para encontrar tu flujo de trabajo y las herramientas más acordes a tu estilo.
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