“Año nuevo, vida nueva… Más alegres los días serán… ” dice la canción. Pero…¿Te ha pasado? Es enero y haces el ejercicio de definir tus metas, sólo para encontrar, doce meses después, que no las cumpliste.
Que a pesar de todas las buenas intenciones que tuviste y de los nuevos mecanismos que usaste para formularlas, una vez más tus metas se quedaron en la categoría de sueños y no pasaron a ser realidades.
Es muy frustrante y desmotivador. Se siente como un regaño de tu mamá cuando perdías una asignatura en el colegio, ¿cierto? “Si fueras más aplicado, si te esforzaras un poco más…”
Muchos de nosotros queremos lograr mil cosas y evitar esa sensación de no haber hecho lo suficiente; de una vez más, haber sido víctima de las circunstancias, y haberse dejado llevar por el corre corre diario; de no sentirse realmente en control.
Si tan sólo hubiera una forma fácil de definir tus metas y cumplirlas de una vez por todas
¿La clave? Menos es más. Pero ¿cómo definir tus metas y saber en qué enfocarte? 
Déjame mostrarte la forma en que formulo los “propósitos” u objetivos que quiero cumplir en los siguientes tres meses. ¿Por qué tres meses?
Porque a veces pensar en todo lo que quieres hacer en los siguientes 12 meses es demasiado abrumador, las cosas pueden cambiar y las circunstancias pueden llevarte a modificar esos planes que tenías inicialmente.
He comprobado que pensar en grupos de tres meses, o en trimestres, es mucho más efectivo porque te da un tiempo determinado para lograr unas metas específicas.
Al ponerte metas a más corto plazo desafías la Ley de Parkinson y le das un límite de tiempo razonable a proyectos importantes que de otra forma podrían tomarte todo el año, o peor aún, no lograrse.
Entonces, sin más preámbulos aquí van los cinco pasos que recomiendo para definir tus metas para este primer trimestre 2017:
Paso 1: ¿ Por qué y para qué?
Es muy común que cuando no te has tomado el trabajo de definir cómo luce la realidad que quieres vivir, te la pasas corriendo de un lado a otro en piloto automático, apagando incendios y ocupándote en tareas que poco o nada tienen que ver con tus resultados.
Por eso lo primero que debes hacer es usar tu imaginación para crear una visión de la vida que quieres tener.
Una forma creativa y divertida de hacerlo es simplemente tomar una hoja de papel y lápices de colores y dibujar de manera libre diferentes formas que expresen las ideas que tienes en tu mente sobre cómo quieres vivir.
Si lo deseas, puedes enfocar tus dibujos en dos aspectos principales: tu vida personal y tu vida profesional.
En lo que se refiere a tu vida personal básicamente estamos hablando de las relaciones. Y básicamente tienes dos tipos de relaciones:
- La relación contigo mismo
- La relación con las demás personas
Cuando se trata de tu relación contigo mismo, ¿quién quieres ser desde un punto de vista físico, emocional, o espiritual? ¿En qué tipo de persona te quieres convertir?
En cuanto a la relación con otras personas, ¿qué tipo de persona quieres ser para tus seres queridos? Puede ser tu pareja, tus hijos, tus papás o tus amigos.
Si hablamos de tu vida profesional pues entonces ¿quieres ser un empleado o un emprendedor? ¿Qué logros quieres obtener en tu ocupación actual y cuál es la ocupación que quieres tener en un futuro?
El dibujo no tiene que ser profesional, ni perfecto; lo único es que tiene que tener sentido para ti. Puede ser muy literal o simbólico, pero debe reflejar tu visión y animarte a seguir adelante.
Paso 2: Vaciar la mente
Una vez que ya tienes clara la visión que quieres para tu vida, o al menos tu visión a un corto o mediano plazo, es momento de sacar de la cabeza todas esas tareas que están ocupando espacio y energía mental.
En otra hoja en blanco vuelca (escribe) todo lo que se te ocurra que tienes pendiente, especialmente si esas tareas pendientes te llevan a cumplir con tu visión de vida.
Éste es un ejercicio simple que te va a liberar de una gran parte del peso que cargas al no transcribir los pensamientos y actividades que quieres realizar.
Al escribirlos en un papel son mucho más tangibles y quedan consignados en un sistema que no se cansa y que no se olvida, dándole mayor libertad a tu mente para concentrarse en lo importante, en el momento presente.
Además te da claridad porque todos esos pendientes pasan de ser una nube amorfa de cosas a una lista organizada de tareas específicas pensadas para llegar a tu visión de vida.
Paso 3: ¿Quién eres?
Bien, ya tienes mucho más clara tu visión de vida y también una lista general de todas las cosas que tienes pendientes y que quieres hacer. Estos dos ejercicios, como te dije antes, te dan claridad y te quitan un peso de encima.
Sin embargo en este punto es necesario que te enfoques mucho más. Seamos honestos, no va a ser posible que hagas el 100% de las actividades en tu lista en un solo año.
E incluso si fuera posible, ¿no preferirías dedicarte a algunos proyectos claves, que te dan el mayor retorno de tu inversión de tiempo y energía?
Entonces en este punto te invito a que realices algo que yo llamo “peluquear”. Es decir, vamos a cortar el exceso para dejar lo esencial, lo más importante, aquello en lo que te vas enfocar.
Esto no quiere necesariamente decir que las otras tareas de tu lista se van a quedar sin hacer; simplemente quiere decir que durante el siguiente trimestre te enfocarás en algunas pocas cosas importantes.
La forma en que vas a decir cuáles son esas cosas se basa en los roles que tienes en tu vida, por ejemplo, esposo o esposa, hijo o hija, padre, amigo, ser espiritual, atleta, ingeniero o chef.
Elige máximo cuatro roles de tu vida en los que te quieres enfocar en los siguientes tres meses.
¿Cuáles de los roles que tienes actualmente son claves para este primer trimestre del año?
De nuevo, no quiere decir que los otros roles no son importantes, y que no vas a hacer nada con ellos. Simplemente estás eligiendo los (máximo) cuatro roles en los que te vas enfocar en este trimestre.
Y en el siguiente trimestre tienes la oportunidad de definir otros cuatro roles en los cuales trabajar.
Ahora, si cuatro roles para tu situación particular en este momento son demasiados, elige el número de roles en los que sientes que te puedes enfocar. Todos somos diferentes, así que necesitas honrar tus circunstancias actuales y no ponerte más cosas encima de las que puedes o quieres cargar en este momento.
Lo ideal es que al menos uno de los roles que elijas tenga que ver con tu profesión o con la forma en que obtienes tus ingresos.
Una vez que has definido los cuatro roles, define cuál es la meta o resultado que quieres lograr con ese rol.
Luego piensa en cuál es la siguiente acción específica, física y concreta que debes realizar para acercarte cada vez más a esa meta.
Veamos unos ejemplos:
Rol: Hijo.
Meta: Pasar más tiempo con mis papás.
Tarea concreta: Hablar con mis papás para coordinar unos encuentros para almorzar al menos dos veces por mes; programar esas citas en mi calendario.
Rol: Padre.
Meta: Ir a más eventos del colegio de mi hijo.
Tarea concreta: Preguntarle a mi pareja o hablar con la maestra de mi hijo sobre las fechas de los eventos que vienen en los siguientes tres meses. Comparar esas fechas con otros eventos que ya tenga en mi calendario; decidir a qué eventos voy a asistir y programarlos inmediatamente en mi calendario.
Rol: Ser espiritual.
Meta: Aumentar mi práctica semanal.
Tarea concreta: Destinar 15 minutos diarios al menos tres veces por semana, para realizar mi práctica espiritual. Programarlos en mi calendario. Imprimir el formato de registro de hábitos y tenerlo cerca para registrar todas las veces que cumplo con mi meta.
Rol: Atleta.
Meta: Correr la media maratón de mi ciudad.
Tarea concreta: Averiguar cuál es la fecha de la siguiente media maratón de mi ciudad, para definir cuánto tiempo tengo para prepararme. Luego reunirme con mi entrenador para establecer el plan de entrenamiento, definir fechas y programarlas en mi calendario.
Rol: Ingeniero.
Meta: Implementar rutinas de mejora continua con mi equipo de trabajo.
Tarea concreta: Hacer una lista de posibles rutinas de mejora continua que podrían ser implementadas. Reunirme con mi equipo de trabajo para evaluar cuál sería la más conveniente para empezar este primer trimestre.
¿Notas la diferencia entre la meta que es más etérea y la tarea concreta para lograrla?
Formula las tareas empezando con un verbo que describa la acción que debes tomar en términos físicos y concretos. Una persona que no te conoce debería poder decir si realizaste la tarea o no.
Paso 4: ¿Cómo luce mi año?
Ok, ahora que ya sabes cuáles son tus roles más importantes y los proyectos en los que te quieres enfocar en el siguiente trimestre, busca un calendario.
Revisa todos los 12 meses de este año para ver qué eventos o fechas importantes vienen en qué meses.
Puede ser una boda, un viaje, un nuevo bebé, un nuevo cargo o una mudanza. Identifica todos los eventos grandes y en qué época del año se van a dar.
Teniendo estas fechas claras revisa si los roles que elegiste para este trimestre y las metas que estableciste para cada uno de ellos tendrán realmente cabida en los próximos tres meses o si será necesario trasladar esas tareas para otros trimestres de este año.
Aún cuando enfocarse en cuatro roles parece poco, es posible que sea difícil lograrlo si tienes algún evento grande, bien sea personal o profesional en este trimestre que empieza.
Paso 5: ¿Cómo luce mi mes?
Bien, entonces ya tienes una idea muchísimo más clara de tu próximo trimestre.
Ahora vamos a ir mucho más profundo: Piensa en cada mes por separado y decide qué actividades específicas vas a realizar ese mes que te llevarán a cumplir con las metas que has definido para cada rol.
Obviamente, la idea es que los proyectos que elijas sean factibles en un plazo máximo de tres meses.
Así te aseguras de cumplir con esos proyectos importantes en cada uno de los trimestres del año.
Si un proyecto en particular es tan grande que dura más de tres meses, entonces subdivídelo en etapas más pequeñas y concéntrate en una etapa por cada trimestre, con resultados específicos para cada etapa.
Si es útil para ti y te ayuda en el proceso, separa en tu calendario las diferentes citas o espacios de tiempo que vas a usar para realizar las diferentes tareas.
¡Y eso es todo! Éstas son las herramientas simples que te van ayudar a que el próximo diciembre y tengas muchos más logros que celebrar.
Si de verdad eres de los que se toma su vida y su felicidad en serio…
Los pasos que he descrito aquí son exactamente los mismos pasos de mi curso gratuito “4 pasos para reducir tu estrés y tomar acción ahora incluso si no sabes por dónde empezar”.
Y aunque es un curso que puedes tomar en cualquier momento del año para planear tus siguientes meses, estamos en enero, esa época del año en la que hacemos un alto en el camino y tenemos energía renovada para crear y retomar las metas no logradas que se han quedado por el camino.
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Ahora es tu turno
Vea los comentarios y cuéntanos: ¿Cuál es uno de los roles en los que te vas a enfocar en este próximo trimestre? ¿Cuál es la meta que quieres lograr en ese rol? ¿Cuál es la primera acción específica y concreta que debes realizar para lograr esa meta?
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¿La clave? Menos es más. Pero ¿cómo definir tus metas y saber en qué enfocarte? @SerEsencialista
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