Una de las grandes razones por las que uno llega a un sitio como Esencialista o a un libro o sistema para la administración del tiempo es el cómo evitar sentirse abrumado.
El cómo avanzar sin sentir que algo más grande que uno lo está aplastando y que es prácticamente inútil seguir luchando.
Me acuerdo mucho de Sonia, quien de un día para otro pasó de estar desempleada por más de un año a obtener un empleo de alta exigencia y un cupo en la maestría de sus sueños.
Todo esto en medio de una mudanza de ciudad y un nuevo esposo. Sonia sentía que se ahogaba, que por más que lo intentara, no iba a poder cumplir con todo… y entonces… ¿para qué esforzarse?
Se veía a sí misma como una perdedora débil que no lograba organizarse y comenzaba a sentirse como una carga para su esposo.
¿Cómo evitar sentirse abrumado cuando todo se te viene encima?
Apuesto a que has tenido sentimientos similares a los de Sonia, yo sé que yo misma los he tenido y aun los tengo.
Reaparecen con cierta frecuencia obligándome a hacer un alto y pensar en cómo seguir avanzando efectivamente.
Es natural tener estos sentimientos, y lo he mencionado en varios de mis #ScopeEsencial.
Es normal que nuestra mente comience a llenarse de pensamientos negativos, de críticas, de juicios, que nos sobrecargan, en lugar de ayudar.
Lo primero es cuestionar nuestra mente
Sí, por loco que parezca, nuestra mente a veces es un poco adicta a estar abrumada. Cuando te sientes abrumado tienes la excusa perfecta para no estar presente con las cosas importantes. 
Te sientes en libertad de quedar mal con tu familia, de no alcanzar a entregar el trabajo que está pendiente, de no cuidar de tu salud… bueno, ya tú sabrás cuál es esa cosa que nunca cumples.
Es una actitud un poco inconsciente, pero muy común.
Por otro lado, la mente tiene una tendencia hacia lo negativo, a enfrascarse en el problema y no en la solución, a verlo todo de color negro y a empeorar la situación.
Como lo dije, es normal y es simplemente una característica de nuestra cabeza; debemos aprender a discernir ese diálogo negativo, de lo que es realmente útil.
¿Qué tan apegado (a) te sientes a la idea de que tu situación no se puede cambiar?
Esta es una pregunta que le he hecho a mis estudiantes. He conocido personas como Sonia, que al conocer un método o una estrategia para mejorar su calidad de vida, inmediatamente entran en modo NO.
— Eso no va a funcionar para mí, porque…
— Carolina, es que tú no entiendes… tengo X y Y y estas otras 25 cosas…
— Yo trato y trato todos los días, pero siempre viene alguien que me interrumpe y se me daña lo que estaba haciendo…
— Es que no puedo…
Y toda suerte de razones y justificaciones por las que iniciar un verdadero cambio es imposible.
Mira, si organizar una vida feliz, donde todo fuera perfecto y tus relaciones funcionen sin líos y tu trabajo siempre sea efectivo fuera fácil, o se hiciera con una app, ya se la habrían inventado.
Por un lado esperar situaciones perfectas no es realista. Por otro, generar un cambio duradero es cuestión de un compromiso serio contigo mismo.
Una decisión diaria de hacer lo que necesitas hoy para construir el presente y el futuro que quieres. Fácil, fácil, no es. Pero tampoco es imposible.
Por eso hoy quiero hablarte de esta estrategia simple que puedes implementar desde ya, para quitarle peso emocional a tus tareas.
¿Cómo así “peso emocional”?
Poniendo de lado cuántas tareas tienes pendientes, tanto en lo personal como en lo laboral, un factor que afecta muchísimo nuestra percepción de la carga que tenemos es el ver las tareas como un todo.
Es decir, no tomarnos unos minutos para desglosarlas y tomar decisiones sobre específicamente qué debemos hacer para avanzar la tarea.
Miremos unos ejemplos para entender mejor el concepto. ¿Qué tal esta lista de tareas? ¿Se parece a la tuya?
¿Qué tan grande o tan pequeña es una tarea llamada “vacaciones”? ¿Sabes cuál es la primera acción que debes tomar? ¿Sabes cuándo se debe tomar?
Una estrategia simple pero poderosa
Ok, desglosemos esto un poco:
Actividades o acciones físicas, específicas y concretas
Si yo te persiguiera todo el día con una cámara, filmando lo que haces, ¿qué registraría mi cámara? ¿Cómo luce lo que haces para completar cada tarea?
¿Cuál es la siguiente tarea mínima que se requiere para avanzar este proyecto?
En el caso de “vacaciones” vamos a asumir que tú y tu pareja decidieron irse de vacaciones, pero hasta ahí llegó el asunto. ¿Qué sería lo primero que debes hacer para darle movimiento a esa idea?
¿Qué tal: “Hacer lista de posibles destinos vacacionales para discutir con mi esposo”?
Compara (lo que yo llamo) el peso emocional de “vacaciones” en tu lista de tareas, versus “Hacer lista de posibles destinos vacacionales para discutir con mi esposo”.
¿Cuál se siente más liviano y más alcanzable?
¿Crees que podrías hacer esa lista en unos diez minutos?
¿Tal vez podrías pensarla mientras vas en el metro o esperas en fila en el supermercado, cierto?
Esa sola tarea te avanza todo un proyecto. Estás describiendo la tarea de manera física, específica y concreta. Yo puedo filmarte con un cuaderno escribiendo la lista.
Esta actividad se realiza en el plano físico y es visible. Una persona que no te conoce podría decir fácilmente si la tarea se cumplió o no.
¿Vale? Ok… el siguiente aspecto clave
Describir la tarea empezando con un verbo de acción
Un verbo de acción es el verbo que me describe (como ya vimos) en términos físicos qué es lo que hay que hacer.
En el ejemplo anterior, es “Hacer lista”.
Sin embargo, podemos llevar esta estrategia aun más lejos: A mi me gusta recomendar que se usen verbos más contundentes como por ejemplo “terminar”, “completar”, “finalizar” o “acabar”.
¿Por qué? Porque estos verbos definen específicamente que la tarea tiene un punto de finalización y que cuando alcanzamos este punto, la podemos marcar como “hecha” y pasar a lo siguiente.
Entonces veamos de nuevo: “Terminar lista de posibles destinos vacacionales para discutir con mi esposo”.
¿No se siente aun más poderoso, alcanzable y fácil?
Veamos otros ejemplos sacados directamente de mi Seminario Web de Administración Consciente del Tiempo:
Listo, hago esa tarea y ¿después que?
Una de dos:
O la “tarea” en realidad es un conjunto de pasos o actividades que se tienen que cumplir para lograr un resultado, en cuyo caso tienes varias opciones:
- Puedes solo describir el primer paso y cuando está hecho describir el siguiente.
- Describir entre cinco y diez pasos en sucesión, que te llevan a lograr el resultado.
- Describes todos los pasos necesarios para lograr el resultado.
O la “tarea” se realiza en un solo paso, solo que mejor definido y delimitado.
En cualquiera de los dos casos la idea es describir cada paso (siempre empezando con un verbo de acción) de forma de reducir el peso emocional (y por lo tanto el sentirse abrumado) de las tareas.
¿Y Sonia?
Bueno, para Sonia crear el hábito de describir la tarea empezando con un verbo de acción al principio fue difícil, porque en su mente ella sentía que “se iba a demorar más escribiendo eso tan largo”.
Con el tiempo (y compromiso) ella fue descubriendo que esos cinco o diez segundos más que le tomaba realmente pensar qué era lo que específicamente tenía que terminar, poco a poco fueron reduciendo su sentimiento de agobio.
Aunque para ella no fue un cambio de un día para otro, sí comenzó a darse cuenta de que a las pocas semanas se sentía más confiada con su habilidad para cumplir con sus obligaciones.
La carga siguió siendo la misma, pero ella no sentía que la aplastaba tanto como al principio y con el tiempo se sintió más en control.
Me ha contado que con frecuencia tiene la tentación de escribir lo que tiene que hacer usando una sola palabra… pero que se contiene y hace el esfuerzo de definir la tarea empezando con el verbo de acción.
Ahora es tu turno
Mira tu lista de tareas. Escribe en los comentarios un “antes” y “después” de una tarea que te esté causando ansiedad y cómo la reescribiste empezando con un verbo de acción, describiendo ese primer paso que debes dar para completarla.
Cuéntale a tus amigos
Generar un cambio duradero es cuestión de un compromiso serio contigo mismo.
Muchas gracias, es exactamente por lo que estoy pasando.
Me alegra que este contenido te ayude, Patricia! Quizás sea momento de dar el siguiente paso, tomando mi curso gratuito en https://esencialista.com/cursogratis
Genial, y gracias por la invitación al curso.
Muy Gentil!!!