Esta es una de las preguntas que más me hacen mis estudiantes Esencialistas: Cuando se trata del calendario, ¿es mejor tener un calendario flexible o un calendario estricto? ¿Es mejor programarlo todo? ¿Qué es lo “correcto”?
Sobre todo me lo preguntan porque quizás hay alguien en su vida que usa el calendario de Google y programa hasta los viajes al baño y les parece que “así debería ser” o porque lo han visto en un video de YouTube de algún influencer de su campo.
Igual me pasó a mí… y como persona obsesionada con la efectividad personal y los sistemas de productividad, obviamente lo probé.
Y rápidamente me abrumé… si sucedía algún imprevisto o una tarea había tomado más tiempo del esperado, luego gastaba un montón de tiempo reacomodando el resto de mis actividades en el calendario. ¿Te ha pasado? Apuesto a que sí.
Como todo cuando hablamos de efectividad personal, esto es “a gusto del consumidor”… es decir, usa lo que mejor te funciona.
Pero en este video te doy las claves para decidir qué debe ir y qué no en tu calendario para que en lugar de abrumarte sea una herramienta de empoderamiento diario.
¿Cuándo tener un calendario flexible y cuándo uno estricto?
Aprenderás
– El principal pensamiento que determina qué tan estricto o flexible podría ser tu calendario.
– Cómo tu mente se vale de tu calendario para inmobilizarte y no dejarte tomar acción.
– Tres sugerencias para que tu calendario sea una de tus mayores estrategias de efectividad.
Ahora es tu turno
Ve a los comentarios y dime: ¿En principio cuál de los dos tipos de calendario te hace sentir mejor y por qué?
Recursos mencionados en este video:
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